Espacios naturales

PUNTA DE LOS GAVILANES

PUNTA DE LOS GAVILANES

Primeros siglos del II Milenio a.C.- final del siglo II a inicios del siglo I a.C. Este reducido promontorio costero que separa las playas de La Reya y La…
Primeros siglos del II Milenio a.C.- final del siglo II a inicios del siglo I a.C. Este reducido promontorio costero que separa las playas de La Reya y La Pava ha sido objeto de una dilatada ocupación en el tiempo, desde la Prehistoria hasta la Romanización, cuya compleja sucesión precisa de una rigurosa y metódica excavación arqueológica. Su ocupación inicial se produce en los primeros siglos del II milenio a.C., ligada a una temprana diversificación económica de los Grupos Argáricos del entorno destinada a la explotación del medio marino y, probablemente, al apoyo a la navegación costera. Posteriormente, desde el I milenio a.C. hasta finales del siglo VIII o inicios del siglo VII a.C., el promontorio es utilizado como pequeño enclave comercial por parte de fenicios, estando habitado todavía en el siglo VI a.C. con idéntica función. Pero es quizás la identificación de una factoría destinada a la obtención de plata, activa a lo largo de los siglos IV- II a.C., uno de los aspectos más relevantes de la investigación que se desarrolla en el yacimiento. Se trata del único establecimiento de este tipo localizado hasta el momento en el Mediterráneo Occidental donde se desarrolla una técnica metalúrgica próxima a la practicada contemporáneamente en las minas áticas de Laurion. De esta edificación se conservan los distintos departamentos que permiten conocer el desarrollo del proceso seguido, consistente en la copelación del plomo metálico procedente de las fundiciones del entorno de las cercanas minas de Mazarrón. Tras el abandono de estas instalaciones, que coincide con los acontecimientos relacionados con la toma de Qart Hadasht (Cartagena) por Roma en el 209 a. C., el lugar vuelve a ser ocupado a fines del siglo II o inicios del I a. C., con un determinismo económico similar, aunque ahora de menor entidad y ligado a la explotación minera de Mazarrón bajo la administración romana. La actividad de esta última instalación pervive hasta el cambio de Era, tras lo que se produce su definitivo abandono gracias a lo cual ha llegado hasta nuestros días en un estado de conservación aceptable.